Como habeis comprobado al no haber analizado los últimos detalles, deportiva y Sevillistamente hablando, el blog sigue en modoespía prácticamente, sólo que, con la ayuda de los colaboradores, vamos saliendo adelante, pero, debido a sucesos que ocurrieron ayer, hoy merece que un poco de tiempo del que dispongo sea dedicado a este sentimiento y a los que lo proclaman, a los que lo hacen llegar traspasando fronteras.
No hablaré del recibimiento que tuvo el nuevo fichaje, Babá, porque en ese momento estaba saliendo del estadio, pero sí puedo hablar de lo que se vivió antes de que el nuevo fichaje hiciera acto de presencia.
Llegaba el equipo al estadio para entrenarse en bus, cuando todavía no habían abierto las puertas; ni la que dijeron que iban a abrir, ni la que finalmente abrieron...(cosas del club, ya se sabe). En ese momento, los aficionados ya nos encontrábamos alentando desde los bajos del estadio, con muchas ganas, y, como digo, ya ahí a uno la baba se le caía gracias a el sentimiento que procesamos.
Pero si se me cae la baba antes de entrar cuando éramos pocos, al encontrar mi sitio perfecto en el estadio para ver al los nuestros entrenar, y al mirar hacia atrás, la baba llegaría, imagino, hasta la barandilla que separa la grada del foso, ya que, según confirma el club, fuimos 15.000 los que allí nos juntamos para formar un ambiente sencilla y verdaderamente espectacular...
Después a la tarde, volvíamos a Nervión para cubir el derbi para una web amiga, a la que, por motivos que desconocemos y que, sinceramente, ahora no vienen al caso, se le negó la entrada al estadio heliopolitano, un estadio al que debían partir 3.000 Sevillistas desde terreno nervionense, como decimos, y, allí pudimos comprobar que el ambiente era nuevamente para que la baba fuera cayendo poco a poco, y eso que, en esta ocasión, nosotros no ibamos dentro del cortejo de la afición blanquiroja, una hinchada que, dicho sea de paso y ya en el campo, dejó callada a los aficionados del equipo rival (no pierdan detalles del enlace anterior), siendo menos, muchísimos menos y, por tanto, escuchándolo y viéndolo a través de la tele, podeis imaginar que la baba también caería, incluso a vosotros os pudo pasar, porque después de tanto hablar, al final todo se resúme en una frase: Dime de que presumes y te diré de que careces...
Para ir finalizando, como he dicho antes, me perdí la aparición de el nuevo fichaje, aunque no su entrada en el estadio junto a Pepe Castro en el coche, por tener la reunión de la Pepe Brand muy cerca del estadio, allá por San Bernardo, un punto de encuentro en el que también se caía la baba al ver a tantos Sevillistas, y a la vez buenos amigos, juntos de nuevo. Sevillistas que, como bien quedó claro, se deben centrar en lo que es la asociación y en el para qué, en el respeto hacia el Sevilla FC y hacia cada una de las personas que formamos dicho punto de la red blanca y roja, desde el primero de todos, hasta el último en llegar.
Con todo ello me quedo, y más cuando la afirmación que muchos amigos no se cansan de repetirme de que siempre hay que quedarse con lo bueno, gana más fuerza con todo esto que he contado.
Ahora sólo falta que el balón traspase la línea de gol, entonces el charco de baba será enorme y profundo...
2 comentarios:
Manuel que estas espiando,cuentame.
Saludos Sevillistas
A/a Juan Antonio de la Rosa:
Modo espía quiere decir que ando metido en otras cosas, pero que cuando pueda sacar un tiempo puedo escribir algo, como hoy.
Un abrazo :-)
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