Las entradas que importan

Mucho se está hablando esta semana, como era de esperar, desgraciadamente, de la oportunidad que le da el Sevilla FC al socio de llevar, por tan sólo diez euros, a cualquier familiar o amigo que, por las circustancias que sea, en un partido cuyo precio se excede más de la cuenta, no puede acudir a animar al equipo de sus amores.

Mientras esas tertulias sobre dicho tema se suceden en la calle o en internet, esas entradas parece que van a buen ritmo de venta y, así las cosas, aseguran un lleno para el sábado en Nervión, con la única función de que la piña entre afición y jugadores sea más amplia, y que llevemos a estos últimos en volandas hacia la victoria en un momento muy importante para el equipo, lo cual significaría el despegue definitivo de esta nave que hoy comanda Michel.

Pues bien, superado sobre el papel el objetivo de ver el estadio lleno el sábado (lo que incluso puede suponer un trauma para más de uno y de dos que parece que no entienden o no quieren entender la finalidad de la medida), creo que ha llegado el momento de hablar de otras entradas más importantes una vez que, repito, el tema anterior se haya superado y con creces en un día.

Las entradas que ahora me importan son las que puedan hacer los jugadores del Atlético de Madrid, tanto por el centro, como por las bandas, porque, es cierto que vienen con bajas muy importantes (a destacar la de Falcao y la duda de Adrián, aunque este último aún puede que llegue), pero, al conjunto de Michel siempre le perseguirá, juegue quien juegue, el fantasma de los errores defensivos, de los balones perdidos, y, por eso, sea el jugador colchonero que sea, creo que es igual de importante señalar este aspecto como también evitarlo, pero eso ya a nosotros no nos compete.

Las entradas que me importan son las que hagan nuestros jugadores, sin depender del sistema, tanto por el centro como por las bandas, porque, si hemos dicho que desde el Atlético de Madrid puede ser peligroso, desde nuestro lado también hay que mirarlo así gracias a un Navas que va cada día a más, a un centro del campo que, con el paso de los partidos, se está haciendo más fuerte gracias a la embergadura de tipos como Medel, y, donde me queda la duda es, en cierto modo, en la delantera.

En términos atacantes es donde importan más las entradas como digo, porque, últimamente, si nos fijamos, los goles los hacen los centrocampistas (y Navas), y es que ahora con Negredo lesionado para cuatro semanas, la cosa se antoja difícil con Babá y Kanouté únicamente como referencia arriba, algo que, por el segundo no quedará, pero sí es cierto que el último en aterrizar en la nave Sevillista aún no se ha terminado de adaptar y hay que darle su tiempo, cosa que espero se entienda desde la grada y no se repitan los abucheos del primer partido que disputó en Nervión.

También pueden ser determinantes las entradas que se produzcan a lo largo del encuentro tanto en un equipo como en otro, pero, como el que a mi me importa es el blanquirrojo y no el rojiblanco, diré que salga quien salga de titular, en el banquillo tenemos hombres de garantías suficientes para solventar cualquier problema, tanto es así que alguno incluso puede optar a dos posiciones dentro del campo, provocando así más ideas al entrenador Michel sobre el posicionamiento que debamos tener sobre el terreno de juego.

Así las cosas, y cansado ya de escuchar hablar del tema entradas sabiendo que el lleno estará asegurado, como bien he indicado anteriormente, y porque así lo refleja la web oficial, creo que es el momento de que empecemos a hablar de fútbol, porque, en este deporte, las entradas desde un lado y desde otro, a favor y en contra de un equipo, es lo que hace que ganes o pierdas si al finalizar cualquier jugada la misma acaba en gol (un gol, el primero, para lo que la afición Sevillista ha sido llamada en masa, y ha respondido marcándolo por la escuadra).

Con el deseo de que se vean goles en blanquirrojo el sábado, os vuelvo a decir que las más importantes son esas entradas, las que la portería rival le ofrece al balón en un momento determinado del choque.