Entre tristezas y alegrías; Gracias, Freddy Kanouté

Hoy es un día triste, pero con recuerdos alegres...

Hoy se despide el equipo en casa, hasta la próxima temporada. Hoy podría armarse la mundial al final del partido tras una mala temporada, pero, creo, sinceramente, que un hecho aún más triste para el Sevillismo, pero que tenía que llegar, suavizará un poco todo lo anterior.

Hoy es el día en el que uno dejará de ver a muchos Sevillistas, a buen seguro, aunque siga viendo a otros. Hoy es el día en el que la crisis deportiva y la que también azota el país, puede que haga mella y a algunos le sirva para vivir su último partido después de mucho tiempo.

Hoy es el día de Frederic Kanouté.

Se marcha, es triste, pero lo hace dejando en cada Sevillista la mayor de las sonrisas, gracias a todo lo que nos ha dado. Gracias a ser considerado el mejor futbolista de la historia blanquirroja...

Hoy es el día de dar gracias a D12S por todo lo que nos ha dado y por hacer disfrutar a todos los Sevillistas, incluso a los béticos.

Perdóname Freddy, perdóname que me quede con unos versos finales que me salieron hace un ratito, pero es que, si digo que hoy ya no veré a muchos amigos que por circunstancias no puedan venir a ver al que siempre será tu club el año que viene, también será un momento difícil cuando el árbitro pite el final, y más cuando alcances el túnel de vestuarios.

Mi retina vio pasar
muchas cosas por Sevilla,
pero nadie podrá cambiar
que la mejor maravilla
ha sido verte jugar,
Kanouté de nuestras vidas,
de una forma ejemplar
defendiendo a mi Sevilla

Perdóname Freddy; Perdóname amigo, porque quizás estos versos deberían hacerse infinitos para hablar de tu persona. Perdóname, pero quiero quedarme también, para terminar, con un vídeo homenaje que hemos hecho para la ocasión, yo, y otro amigo tuyo, donde se reflejan momentos por los que hoy te damos gracias, y por los que nos has hecho sentir grandes, pero no menos que tú...

Perdóname, Freddy; Perdóname amigo. Aquí viene el vídeo...

Entre tristezas y alegrías; Gracias, Freddy Kanouté