29 de septiembre de 2011

Premio Crónico virtual: Ambos lo merecen (Septiembre 2011)

Después del mes pasado, en el que el premio dio un cambio total, pero así mismo merecido, para homenajear a Santi Mora por su primer año en la blogosfera, vuelve el premio crónico en todos los sentidos, como siempre ha sido.

Ya sabeis por medio de este post que se me ocurrió una iniciativa para con la blogosfera, y como bien se explica ahí, no es más que captar detalles que tengan blogueros entre ellos mismos, algo dificil de escoger porque normalmente se escribe poco sobre ello.

Este mes la cosa ha sido bastante fácil, o no, porque el simbólico premio lo comparten dos blogueros (normalmente uno lo comparte dedicándoselo a otro, pero es que esta vez hablamos de dedicatoria y réplica después).
Sería un poco de pelmazo colgar los dos post, así que, creo que os dejo enlazado el que origina todo esto y el que se ve publicado es la correspondiente respuesta. Enhorabuena al Papi Magase y a Ravesen, asiduos lectores de este blog también, porque así me consta.


Turno de réplica

Ayer no fue mi cumpleaños. Tampoco mi santo, ni el de mi mujer ni el de mi hijo. No fue el aniversario de mi boda ni ninguna efeméride reseñable. Por contra, se trató de un día normal y corriente en el que me levanté a la misma hora de siempre, me fui al trabajo, hice una caja aceptable al final de la jornada, me fui a casa y lo terminé decepcionándome una vez más con el juego del Sevilla en su partido contra Osasuna. No me voy a centrar en esto, huelga decir que el equipo tiene mucho que mejorar, y espero que lo haga más pronto que tarde, pero no va de esto el post. Va de otra cosa mucho más agradable, al menos para mí. 
Como digo, ayer fue un día normal y anodino, aunque por una una razón que explicaré un poco más adelante, me he visto obligado a buscar algo que lo haga especial, porque si no lo hay, la confusión acabará por dominarme. De modo que indagué a ver sobre qué escribí hace justo un año, por si ahí encontraba alguna pista, y me encontré con un post que versaba sobre mi opinión acerca del sistema de juego que debía utilizar el Sevilla. No encontré en ello nada especial, y me deprimí un poco al comprobar que, un año después, seguimos con las mismas. Un año perdido, pues, qué triste. Prefiero pensar en otra cosa. No, eso no me explica nada de lo que me interesa en estos momentos. 
Definitivamente no encuentro nada que me aclare la mente, aunque algo debe de haber, es que ha de ser así. Porque ayer me hicieron un regalo. Un gran regalo. Posiblemente uno de los mejores regalos que se pueden hacer, esos que se dan porque sí, sin motivo ni razón ni efeméride de por medio. Simplemente porque al que lo hace le sale del alma hacerlo. 
Ayer se publicó este post en el blog del Papi Magase...
Papi, te podría decir que te has pasado un par de pueblos, pero es que después de Puebla del Río sólo está Isla Mayor, y allí se acaba la carretera. De modo que te imagino derrapando por las marismas, porque a esta hora aún no has debido de controlar la frenada.
Vaya pasada, ya de digo. La verdad es que no tengo ni idea de cómo se puede agradecer eso. Y tengo que reconocer que blogger me ha echado una mano, porque ayer me llevé toda la tarde pensando qué comentario publicar, y redactándolo, pero a la hora de subirlo, blogger petó y me lo borró. Pero gracias a eso pude pensar que un comentario era poca cosa, que esto merece un post completo. Y en ello estoy. 
En principio pensé poner una pantalla completa llena de la palabra "gracias" en distintos colores, tamaños y formatos, pero después pensé que eso era demasiado fácil, simple y hasta previsible. Que la cosa merecía más esfuerzo. Y como en su post el Papi se hacía una serie de interrogantes acerca de mí, pues he decidido contestarlos a todos para así darle un poco de sustancia a mi agradecimiento. 
En un principio se muestra convencido de que la entrada no me va a gustar. Evidentemente, ya ha deducido que soy una persona muy reservada, nada amiga de protagonismos, y que algo así me podía llegar a abrumar. No se equivoca ni un ápice, me sentí (y aún me siento) abrumado, se me subieron los colores a la cara (de emoción, no de enfado), y quise que la tierra me tragase. Pero lo agradecí en el alma porque una cosa así no puede otra cosa sino agradecerse. 
Luego afirma que no sabe qué clase de persona soy, aunque algunas cosas veo que las intuye, y muy bien. Pues bien, soy una persona introvertida, solitaria y reservada (aunque no tímida), que sabe perfectamente disimular esas características por prescripción laboral, ya que tengo un negocio de cara al público. ¿Que cómo se consigue eso? Yo siempre pongo el mismo ejemplo. Trabajando soy un comercial nato, pero eso es trabajo, del mismo modo que los albañiles no levantan tapias en su tiempo libre. Soy de esas personas que pueden llevarse un año sin ver a un amigo, pero que cuando se reúne de nuevo con él, lo trata como si lo hubiera visto el día anterior. De esas que a menudo cae mal de primeras, pero que luego se entrega por completo con quien tiene la paciencia de profundizar un poco para conocerme bien. Dicen los que me conocen que por mi aspecto físico y mi forma de ser soy más nórdico que andaluz. Igual es una buena forma de describirme. 
Por otro lado, se pregunta que qué he visto en su blog para visitarlo y participar tanto en él. Pues bien, su blog es uno de mis preferidos porque es como un soplo de aire fresco. Porque es natural, llano, real, sin dobleces. Porque se expresa tal y como siente, como una explosión, como un torrente que fluye sin cortapisas. No sólo describe los sentimientos con maestría (que ya es difícil), es que hace que los demás también los sintamos. En estos últimos tiempos ha hablado de cómo conoció a su mujer y de cómo quiere a sus hijas con motivo de sus cumpleaños. Pues bien, ha conseguido que este que escribe y que no les conoce de nada les tenga un enorme cariño también. Y eso es un logro que está al alcance de muy pocos. A veces me imagino a un niño describiendo lo que sea tal y como le sale, sin pensar en si puede caer mejor o peor lo que dice. Los niños siempre dicen la verdad, eso se asegura, y esa es la impresión que me llevo cada vez que leo uno de sus posts. 
Es más, para mí es hasta una fuente de inspiración. Y puedo asegurar que hace tiempo que trato de imitar ese modo de expresarse. Desde que lo hago, mis entradas me gustan más. Nunca llegaré a expresarme del modo que él lo hace, porque lo suyo es natural y lo mío un modo de intentar hacer las cosas de cierta manera. Pero para mí no deja de ser eso, una fuente de inspiración. Y es que escribir bien  no es más que juntar letras y palabras siguiendo una serie de reglas. Pero expresar sentimientos no es lo mismo. Expresar sentimientos es mucho más difícil, sobre todo si se quiere convencer al lector de que eso se siente de verdad. Decir "te quiero" es muy fácil. Querer de verdad es algo completamente diferente. 
Regalos como el que el Papi me hizo ayer son todo un impulso para seguir adelante con esto. A mí me encanta escribir, es toda una pasión. Llevo casi toda la vida haciéndolo, de distintas maneras, en diferentes circunstancias. Mi madre guarda una carta que le escribí a los Reyes Magos cuando era de pequeño en la que les pedía un paquete de folios y un bolígrafo. Para escribir, claro. No lo hago por nada en concreto, sino porque me gusta. Yo soy el único fan que necesito. Pero reconocimientos como este son tan de agradecer, que cualquier cosa que haga para expresar ese agradecimiento me parece poco. 
Y si en alguna ocasión dejé de hacerlo (escribir, me refiero), como él mismo intuye, fue por una razón de peso. El año pasado me llevé unos meses alejado de los teclados. Y hubo un gran motivo. Me he llevado tres años pasándolo realmente mal, laboralmente hablando, y de pronto me surgió una oportunidad de negocio que no podía dejar escapar. Me centré por completo en la misma porque la vida me iba en ello, y no es una exageración. Gracias aquel esfuerzo, hoy regento un negocio que me empieza a dar para vivir. Como decía antes, es de cara al público, y entre cliente y cliente puedo escribir mis posts y leer y comentar los de los demás. Mi vida empieza a estabilizarse, aunque me faltan horas para hacer todo lo que tengo que hacer. Trabajo mañanas y tardes de lunes a sábados, y el tiempo libre que me queda lo dedico a mi familia, que para eso la fundé.
Pero espero de verdad que más pronto que tarde las cosas me vayan lo bastante bien como para poder contratar a alguien que me ayude, y así yo poder tener tiempo para hacer otras cosas y conocer a otras gentes. Como a este verdadero monstruo, a esta maravillosa persona que tiene que ser el Papi Magase. 
Entre tanto, una vez más, y de todo corazón, muchísimas gracias por estar ahí y por cosas como la de ayer. Porque cosas como esa no dan la felicidad, pero ayudan un poquito para aspirar a alcanzarla algún día.

3 comentarios:

EL PAPI MAGASE dijo...

Tocayo quiero que sepas que esto significa mucho para mi,mucho mas viniendo de tu parte que se de sobras que te sale de lo mas hondo del corazón,quizás todo esto pueda parecer chusma o vete tú a saber para muchos,pero quien se desnuda a diario y saca sus mas recondidos sentimientos a relucir y lo expresa tal cual le sale,el mejor premio es este mismo,el saber que detrás de cada blog hay un gran corazón sevillista que late a mas de mil por horas y no solamente un corazón sevillista,late el corazón de una buena persona y eso no te lo da un premio eso te lo ha dado el supremo cuando tu madre te echo al mundo para que aqui cada uno se hubicara en el sitio que le corresponde,gracias mil Manuel,sabes que eres mi tocayo favorito,un abrazo futuro gran periodista,no pares de estudiar ni de seguir formandote,llegaras a donde quieras.

Santiago Mora dijo...

Está bien que haya post de buen rollo dentro de la marejada habitual del día a día.

Felicidades a los premiados que se lo merecen...

Rafael Sarmiento dijo...

Muchas gracias por el reconocimiento.

En verdad todo esto se me vino encima sin comerlo ni beberlo. Un día cualquiera, a nuestro amigo se le fue la cabeza un rato y decidió honrarme con un precioso post. Y como es de bien nacidos ser agradecidos, yo le respondí diciéndole ni más ni menos lo que pienso de él y de su blog.

A veces la sinceridad es lo único que se necesita para homenajear a alguien. A veces sólo basta quitarse la máscara con la que nos disfrazamos todos los días para afrontar nuestras tareas y mostrarse tal cual uno es.

Esto es fácil de decir, pero a la hora de la verdad, a menudo necesitamos que nos den un empujón para hacerlo. Eso fue lo que hizo el Papi Magase conmigo aquel día. Darme ese fuerte empujón.

Lo que dije en el post de réplica lo pienso de corazón. Pero la verdad es que, si no llega a ser por el detalle del Papi, la réplica no hubiese existido. Él fue el instigador de todo. Y aunque, insisto estoy realmente agradecido por el reconocimiento, sin duda quien de verdad lo merece es él.

Un abrazo