No pudo estrenarse peor Michel como entrenador Sevillista en terreno donostiarra, no pudo ser peor.
Derrota por dos goles a cero (y gracias si no es por Palop) en un encuentro marcado por la triste superioridad txurri-urdin, y digo triste porque no es nada más lejos de la realidad, porque el Sevilla sobre el papel tiene bastante más nivel que el rival de hoy, pero sobre el tapete verde, que es donde se demuestran las cosas, no hemos sido capaces precisamente de demostrar nada.
En el primer once de Michel tuvieron su oportunidad Palop (que como hemos comentado anteriormente nos salvó de que la cosa fuera aún más dolorosa), Cala, y Campaña, que, junto al mejor del partido, Jesús Navas, es de lo poco que podríamos destacar en el día de hoy (y tampoco los dos primeros estuvieron acertados durante todo el tiempo disputado, de hecho, Campaña fue mejor en la segunda mitad, pero en el momento de empezar a sufrir la derrota, fue de los primeros sustituídos).
He comentado que poco se puede salvar, y es cierto, porque la pasividad defensiva y atacante siguen en el mismo estado que en la etapa del anterior entrenador, y es que esto no es cuestion de seis días, por desgracia, nuestro problema requiere mucho más, por tanto, quiere esto decir que no sólo es cosa de uno.
No es cosa de uno el enfrentamiento del otro día, como tampoco es cosa de uno que un futbolista presumiblemente defensivo como es Luna, haga más en 10 minutos que Manu del Moral en todos los minutos disputados desde que salió con la camiseta de titular. Una camiseta que, aunque me duela hay que decirlo, muchos "profesionales" no merecen vestirla, porque demuestran poco o nada.
No es posible fallar lo que falla el conjunto blanquirojo de atrás hacia delante y viceversa, no es posible que el entrenador, sin echarle toda la culpa, porque esta vez no lo merece, haga los cambios bastante tarde, ya con el equipo prácticamente entregado.
No es posible, no.
Por todo ello, como muchas cosas no son posibles, sólo hay que mirar a la única realidad en la que nos debemos centrar en estos momentos, realidad que creo, por desgracia, será el objetivo real de la temporada, a años luz del marcado a comienzos de la misma: Los 43 puntos.
Cuando hayamos conseguido los puntos necesarios para obtener la salvación, debe ir el camino orientado a otra cosa, otra cosa que no es más que empezar de cero, con alguien a quien venimos reclamando desde la pretemporada pasada: Joaquín Caparrós.
Hablo de 43 puntos, hablo de Caparrós, pero todo ello requiere compromiso, actitud, físico, carreras, cojones...¿y qué más decir?.
¡Ah, sí!... Como dije hace poco, seré tonto, o yo que se, pero, a pesar de todo, no es la hora de abandonar el barco, y si la hora del "más que nunca".
43 puntos y a otra cosa, si es que es posible.
2 comentarios:
Titulaba en la previa del partido "Escalofrios"...
Ahora amigo Manu, esos escalofrios han dado paso a un estado febril al que, o se le da la medicacion adecuada a la voz de ya,o veremos a ver como se recupera el enfermo.
Y las puertas de la UVI abiertas de par en par...
Un fuerte abrazo amigo.
Totalmente de acuerdo con el planteamiento de Manu. Y, aunque soy caparrosista 100% y mucho más en una situación como esta, Joaquín no es el mago Merlín. Ni en los años de los títulos disfruté tanto como con Joaquín. Es necesario cambiar lo de "el objetivo es la champions sí o sí" por el "somos un equipo humilde y nuestro objetivo es el próximo partido", y eso, en este momento, lo veo difícil. Además hay que cambiar a doce o trece jugadores, como ya se hizo una vez. Y eso, lo veo aún más difícil, teniendo en cuenta que hablamos de jugadores sobrevalorados con fichas altas. En cualquier caso, Caparrós forever.
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