Puñetazo en la mesa (1-2)

Eso es lo que he hecho yo, y supongo que más de uno, en cuanto al árbitro le ha dado por pitar el final del encuentro disputado en Mestalla. Eso ha hecho mi equipo hoy a pesar de muchas dudas.

Se ha dado un puñetazo en la mesa.

Es cierto, que el equipo ha sufrido más de lo habitual, es cierto que se han cometido errores, pero también es cierto, como veníamos diciendo, que lo que teníamos enfrente no era, ni mucho menos, un rival pequeño, sino todo lo contrario, todo un Valencia.

Apostaba Michel por repetir el mismo sistema que ante Osasuna con la única novedad en defensa introduciendo a Escudé, algo que, debo reconocer, no me ha gustado nada, puesto que creo que Juan Cala, que no ha disfrutado hoy de minutos, lo podría hacer mucho mejor, pero bueno, es el mister el que sabe de esto, no nosotros, ni tú ni yo.

Hemos visto a un equipo quizás algo reservón y muy a la espera de los movimientos del conjunto ché en los primeros compases del encuentro, pero también hay que reconocer que se fue situando en lo que era el partido con el paso de los minutos. En una de las muchas aproximaciones del Valencia antes de llegar a la media hora de juego, llegaría Tino Costa en una jugada calcada al gol de Medel ante Osasuna la semana pasada para marcar el primero.

Pero, precisamente, el "pitbull" sería el que, pasados diez minutos después de que el Valencia abriera la lata, empujaría el balón, creo yo más con el alma que con la cabeza, para hacer el empate, que vino de un centro de un espectacular Jesús Navas, una tarde más (por eso se merece ir él más a la selección que un Negredo de nuevo hoy bastante gris).

Quizás diga espectacular Navas porque, al fin y a la postre, ha sido el que ha metido el gol del triunfo, pero es cierto que también Michel decidió sustituir a un Reyes que, junto a Medel y al propio palaciego sin obviar tampoco las labores de un Kanouté hoy quizás algo más flojito, es una de las almas de este equipo, y no lo terminé de entender, pero, esto es lo de siempre.

Digo que esto es lo de siempre porque, a pesar del sufrimiento, a pesar de que se hayan visto cosas que quizás no sean lo apropiado para futuros partidos como tener el balón siempre atrás y no sacarlo jugado, o esos errores en la entrega que nunca dejarán de producirse, todo se olvida cuando se pega este petardazo, nunca mejor dicho, ante el Valencia en su casa.

No tiene nada que ver con el minuto en el que marca Navas (miradlo en las estadísticas del partido si quereis), pero, me vais a permitir la, quizás obscenidad, de decir que hoy ha sido un día totalmente orgásmico Sevillistamente hablando. Si con el partido del filial hemos disfrutado de lo lindo, con la sufrida victoria de hoy en Mestalla más todavía, y es que este es el camino, este es el Sevilla que yo quiero, el de los resultados positivos.

Sobra decir que el sábado hay que reventar Nervión para llevar en volandas a nuestro equipo hacia otra victoria que se antonja igual o más importante que la cosechada hoy. Sería otro puñetazo en la mesa, y este, como decimos, más directo.