Una posible determinación de pocas excusas

Tras los hechos acontecidos el pasado derbi, donde, lamentablemente, tuvimos que presenciar el lanzamiento de bengalas al terreno de juego (afortunadamente no pasó nada más grave porque Dios no quiso...), el comité antiviolencia se ha pronunciado hoy sobre el tema. Os dejo el comunicado en cuestión:

"La Comisión Permanente de la Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte, reunida en el Ministerio del Interior, ha propuesto una multa muy grave de 90.000 euros al Sevilla F.C. SAD y clausura temporal del estadio Ramón Sánchez Pizjuán por un período de 15 días, a la vista de la gravedad de los hechos ocurridos durante el encuentro correspondiente a la Jornada 20ª de Primera División Sevilla F.C., SAD – Real Betis Balompié, SAD, celebrado el pasado 2 de Mayo en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán de Sevilla en el que se lanzaron diversos elementos pirotécnicos tales como bengalas y botes de humo.

Teniendo en cuenta que se trata de unos hechos que se vienen repitiendo en las últimas temporadas sin que el Sevilla F.C., SAD haya adoptado las medidas de control de acceso y permanencia de espectadores oportunas y eficaces establecidas en la Ley del Deporte, y que hubieran impedido la realización de estos comportamientos que están poniendo en grave riesgo la integridad y la seguridad de los aficionados que acuden a este estadio.

Por todo ello, la Comisión Permanente de la Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte ha propuesto la incoación de un expediente sancionador por la comisión de una falta muy grave con sanción económica de 90.000 euros y accesoria de clausura temporal de este recinto deportivo por un período de 15 días".

Resumiendo este breve fragmento procedente del ministerio del interior, se ha propuesto, en ambos casos, multa de 90.000€  y ciere para el Sevilla Fútbol Club y su estadio, el Ramón Sánchez-Pizjuán.

Está claro que esto no es nada definitivo, y, supongo que el club, tomando las medidas oportunas en defensa de esta medida adoptada desde Madrid, dicho literalmente, sabrá salvarnos el culo. Conocido este, y dándolo por seguro porque se sabe como trabajan en estas instancias, me atrevo a preguntar, e incluso a responder por mi mismo algo que muchos tienen en duda: ¿Es justo todo esto?.

Si nos ponemos a mirar otros casos, como esos de apuntar con el puntero láser a la cara de los profesionales que están en el terreno de juego, esa otra historia del cochinillo o la de botellas de plástico (o no) que se lanzan cada dos por tres, e incluso los gritos rastreros e injustificables contra personas fallecidas por reconocidos secoteres de algunos equipos (Atlético de Madrid con los casos de Aitor Zabaleta y nuestro Antonio Puerta, entre otros...), la respuesta podría ser un rotundo no. Podría no, sería, ¡que cosas digo...!.

Ahora bien, como soy del pensamiento de que, más que nada, debemos mirarnos en nuestro propio espejo a pesar de no olvidar lo que pase en otros campos, la respuesta da un giro tremendo en contra, y pondría, por tanto, en afirmativo el grado de justicia que debería recaer en este caso.

He finalizado anteriormente con eso de recaer, que es precisamente lo que se hizo desde el gol norte cuando ya recibimos multa de 60.00€, recaimos y ahora aumentaría, si procediese, treintamil euros más en la suma.

He dicho gol norte porque es la grada donde aquello sucedió, pero no he nombrado al colectivo porque no todos son responsables del tema, y si cuatro animales, como quien dice. Además, quedó clara ya mi postura, en la cual, en cierto modo, dejo claro que animación sí, y bengalas no, porque, sintiéndolo mucho, si todo esto es así a pesar de los cuatro o cinco de siempre, prefiero un estadio silencioso que el estar siempre pagando, porque, si tontos son los de arriba, más tontos parecemos nosotros.

Por eso digo, puedo respetar posiciones que defiendan que todo pasa aquí, pero lo que no entiendo, de verdad que no, es que se llegue a defender lo de las bengalas. 

No tenemos opción a excusarnos, para nada....

Una posible determinación de pocas excusas.