De todos es sabido que poco aparecía por aquí, y que iba a establecer, según lo previsto, el ritmo de publicaciones según crónicas se produjesen para preservar el nombre del blog. También sabéis que es una fecha en la que todo empieza y esto se debe ir actualizando poco a poco, pero, no se, seré yo "raro".
Seré raro, pero no porque esté en otros proyectos de trabajo/estudios que me impiden quizás dedicarle más tiempo a este blog. Si digo que soy raro es porque, precisamente ahora, no me apetece escribir opiniones de nuestro equipo (no es tan raro que lo haga en El Sevillista (donde sí seguiré como hasta ahora), ya que es una web de información y aquí no hay que pensar en qué escribir y cómo hacerlo, simplemente transmitirle al Sevillista lo que quiere de su equipo, que, en definitiva, es lo que, si todo va bien, me ocupará en un futuro).
Soy raro, sí, pero necesito parar, necesito ver que el club de nuestros amores pega un giro radical en lo institucional dejando a un lado los egos y las luchas personales. Esto no quiere decir que deje de ir al fútbol, ni mucho menos, iré a ver los partidos que sean, aunque el que más ilusión me haga, por el momento, sea el que sirva de homenaje a Frederic Kanouté, y es que, ya lo veis hasta en twitter, a uno se le quitan las ganas de fútbol, algo que, por cierto, no lo es todo en la vida.
Raro que yo diga eso último, pensarán algunos. Pues no, no es raro, es la realidad, porque, esto lo llevo meditando tiempo y con la mente y los ojitos bien abiertos, fue en la noche de ayer, tras haber pasado un día totalmente desconectado de casi todo, cuando me di cuenta.
No se cuánto durará, pero es necesario, y, lo que si debeis saber es que seguiré estando aquí, no en este espacio, pero sí en los otros lugares de la red, donde, por cierto, no me vereis discutir mucho sobre fútbol, porque, tenía que decirlo, y pensaba que dolería pero tampoco es para tanto, ya cansa...
Cuidaros.
Siempre vuestro, como siempre, Manu de los Santos.
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